14 feb 2015

HISTORIAS... CREATIVAS 

(en el día de San Valentín)

    Ella es un punto. Él una línea. Ambos viven en Lineland, singular lugar imaginario creado por un matemático, Norton Juster, quien diseña, escribe e ilustra esta historia basada en la matemática simple, para demostrar lo complejo y enredado que puede resultar una historia de amor.

    La estrafalaria y maravillosa historia de amor fue escrita en 1963. La línea recta, al sentirse irremediablemente enamorado de un punto fuera de su alcance, que sólo tiene ojos para un garabato sórdido, establece un cortejo sobre ella.  
Inspirada en la novela victoriana "Flatland: Un romance de muchas dimensiones", es una entrañable e ingeniosa fábula de pasión y persistencia; una obra maestra muy creativa en donde confliuyen  las matemáticas, la filosofía y el diseño gráfico.

     Para cotejar al punto, la línea decide dominar innumerables formas capaces de expresar todo su potencial. Durante meses practicó en secreto. Pronto estaba haciendo cuadrados y triángulos, hexágonos, paralelogramos, romboides, poliedros, trapecios, paralelepípedos, decágonos y una infinidad de otras formas tan complejas que tenía que documentar sus lados y ángulos para mantener su lugar. En poco tiempo había aprendido a controlar cuidadosamente elipses, círculos y curvas complejas y podía expresarse en cualquier forma que quisiera: "lo que usted quiera, estoy listo para jugarlo".
Así que toma al punto una noche, y practica una metamorfosis en una gran variedad de formas para encantarla, impactarla, con su refinada versatilidad. 




 Juster lleva el final de la historia hacia el típico final de cualquier cuento de hadas; esos en los que el punto y la línea viven, si no felices para siempre, al menos razonablemente.
En 1965 el libro fue adaptado en un cortometraje de cine, igualmente fascinante y ganador del Oscar, realizado por Chuck Jones. 


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